
Hay un tema que parece no agotarse y que es de vital importancia para los sinaloenses. El futuro incierto para el campo.
Durante el encontronazo que se dieron los senadores sinaloenses Rubén Rocha y Mario Zamora, uno de Morena y el otro del PRI, pero ambos supremos aspirantes a la gubernatura de Sinaloa durante la discusión de los fondos y fideicomisos, hay detalles que vale la pena retomar porque apenas empiezan a cobrar sentido ante una realidad que aparece ante los ojos de los productores.
¿Cuál es esta realidad? ¿Quién le miente a los sinaloenses? ¿Rubén Rocha o Mario Zamora?
La respuesta es importante encontrarla y seguramente jugará un papel determinante en el ánimo de los electores sinaloenses quienes pudieran encontrar en estos dos personajes, a dos supremos aspirantes inscritos en las boletas electorales el próximo año.
En su intervención ante el Senado, El Senador Mario Zamora, presentó una reserva de ley para solicitar y garantizar que el monto de los recursos que forman el fondo de la Financiera Rural -que finalmente desaparecerían con los votos de Morena-, se restituyera íntegro como parte del patrimonio financiero de esta banca de desarrollo.
Mario Zamora dijo que es muy importante que el patrimonio financiero de la Financiera Rural no se reduzca para poder seguir prestando un servicio de crédito a más de 400 mil familias de pequeños productores como lo venía haciendo.
La Financiera Rural, dice, por ley no puede prestar más allá de dos veces del monto de su patrimonio financiero que cuando se creó hace 18 años era de 17 mil millones de pesos y al término de la administración pasada era casi de 32 mil millones de pesos.
El fondo, explica, en lugar de perderse, se ha incrementado gracias a la eficiencia con la cual se manejó durante 18 años.
Este fondo, añade el Senador Zamora, se audita de manera constante y cada mes rinde cuentas a la Auditoría Superior de la Federación, a la Comisión Nacional Bancaría, al mismo Consejo de Administración y al cierre del 2018 no presentó una sola observación por parte de estos organismos rectores.
En pocas palabras, hubo transparencia, buen manejo de los recursos y los productores le cumplieron con el pago de sus créditos a la institución para que les siguiera prestando.
Mario Zamora pidió a sus homólogos de Morena, que no le dieran la espalda a los productores agrícolas, a los ganaderos, a los pescadores, a los pequeños comerciantes, a las jefas de familia que atiende esta institución que en 2018 ya colocó en créditos más de 72 mil millones de pesos.
Y en su intervención remachó. “En el proyecto de presupuesto para 2021, no viene un solo apartado que diga que la Financiera Rural tendrá garantizados estos recursos que hoy se le quitan con la desaparición de este Fondo”.
A su vez, el Senador Rubén Rocha durante su intervención, dijo que expondría una verdad que no ocupaba comprobación. ¿Pidió creer a ciegas?
Dijo que iban a desaparecer, eliminar o extinguir estos fideicomisos, porque eran el instrumento legal para cometer actos de corrupción en el pasado.
Es como decir que desaparecerán el cascaron del huevo porque está podrido, pero no su contenido. Su contenido se quedará ahí, explicó.
Pero además, dijo que en el proyecto de presupuesto de egresos para 2021, vienen claves que garantizan que estos recursos con el cual la Financiera Rural apoya diversos sectores, seguirán ahí, para apoyo a los productores. Pidió que a la mayor brevedad se den a conocer estas claves para demostrar que los de oposición mienten.
Incluso dijo, para ejemplificar, la clave para SADER contempla un presupuesto de 2 mil 229 millones de pesos.
Pero por que traer a colación y con mayor detalle lo expresado por cada uno de los dos senadores durante la discusión de la permanencia o extinción de los 109 fideicomisos o fondos del gobierno.
Muy sencillo. Porque la discusión aún no termina, es más, apenas empieza y ya surgen detalles que pintan una realidad muy real ante los ojos de los productores.
¿A quién creerle? ¿A Rubén Rocha o a Mario Zamora? ¿Quién le miente y quien le dice la verdad a los sinaloenses? ¿Quién de los dos pagará un costo electoral por mentirle a los sinaloenses?
No hay que dejar de ver que la burra no era arisca y los productores agrícolas y en si los integrantes de todo el sector primario ya están ariscos, muy ariscos.
1.-Poco después de la discusión y aprobación del presupuesto de egresos para 2020, se dieron importantes “borrones” al dejar sin nada de presupuesto programas vitales para el sector primario. No se contempló ni un solo peso a la comercialización de las cosechas y a otros programas que tienen que ver con el sector agrícola, ganadero, pesquero etc.
2.-Ante las fuertes críticas y exhibición en la plaza pública -que ahora lo son las redes sociales- de la alta traición cometida por diputados federales de Morena a los sinaloenses, empezaron a justificarse de manera mediática que los recursos estarían garantizados y se habló de un transitorio en la ley.
La realidad, terminó por evidenciar quien mintió y quien dijo la verdad.
3.-En nuestra columna del pasado 24 de noviembre de 2019, una vez ya aprobado el presupuesto de egresos para 2020 y conocida la estocada dada al campo sinaloense, pero también conocida la justificación dada por los diputados federales morenistas, escribimos la siguiente columna titulada de la siguiente forma. “Campo…Crisis o Prosperidad”.
Era la interrogante dejada en duda a las dos versiones dadas a los productores. La que dibujaban los números aprobados concretamente en el presupuesto de egresos y que hablaba de una fuerte crisis que pronosticaban los priístas, panistas y organizaciones agrícolas, y la realidad que pintaban muy bonita, pero solo con palabras, los diputados y senadores de Morena, basado en un artículo transitorio aprobado en la ley.
¿Cuál versión fue la real y cual fue mentira? Hoy ya se tiene una respuesta que no se puede refutar.
4.-En esa columna del pasado 24 de Noviembre escribimos lo siguiente: Ya hay presupuesto de egresos federal y dos versiones que se manejan. Una que pinta una severa crisis por venir para el campo en lo general y para Sinaloa en lo particular.
La otra versión, la que pinta un panorama de prosperidad, está basada en el artículo 33 del decreto de presupuesto de egresos que obliga al Gobierno Federal a disponer y destinar los recursos suficientes y necesarios para apoyar al campo y por ende a los productores.
Esta obligatoriedad para el Gobierno, contempla destinar los recursos suficientes en varios de los programas que coincidentemente fueron borrados del mismo presupuesto y no se les asignó ningún solo peso.
¿Cuál de las dos realidades se cumplió? ¿Hubo crisis en el campo al cual se le dejó sin dinero en el presupuesto de egresos o hubo prosperidad por la promesa enmarcada en un transitorio de ley para que fuera el presidente quien destinará los recursos suficientes al campo?.
5- En esa misma columna, también dijimos que lo único cierto, es que en los sectores primarios como lo es el campo, la pesca y la ganadería, había una fuerte incertidumbre como nunca. Hoy la situación no es distinta y puede pintar mucho peor por los detalles que ya se empiezan a conocer.
No solo se le dio la estocada al fondo que le da vida a la Financiera Rural, sino además, vienen recursos muy limitados para el campo y hoy ya se conoce que no se asigna presupuesto para subsidió al aseguramiento agrícola.
Incluso, en el presupuesto aprobado el año pasado para ejercerse en este 2020, ya se tuvo una reducción del 50 por ciento al presupuesto para el programa de subsidio al aseguramiento agrícola y del recurso aprobado, solo se ejerció apenas el 20 por ciento. El gobierno lo recortó aún más al final de cuentas.
¿A quién le creerán los sinaloenses? ¿A Rubén Rocha quien pide creer a ciegas que todo estará bien o a Mario Zamora quien muestra números reales de cómo viene el presupuesto y la estocada que se le da al campo y a los productores sinaloenses?
Esta es una muy buena pregunta. La credibilidad de los ciudadanos hacia un supremo aspirante o hacia el otro, también es un factor que cuenta y mucho en la lucha por la sucesión.
La realidad se encargará de poner a cada quien en su lugar.
Habrá que estar pendientes.