Nació en Los Mochis el 08 de mayo de 1943, en esta ocasión voy a transcribir lo que él me dejo en una grabación en una entrevista: “Nací aquí en Los Mochis, no fui al Kinder porque en ese tiempo no había y pues a la edad de 5 años nos fuimos a vivir a la ciudad de México, allá terminé la primaria y nada más.
Eran tiempos difíciles y hubo que trabajar desde muy pequeño, también recuerdo que empecé a ver boxear a mi hermano Everardo y ahí empezó mi gusto por el box, comencé a entrenar a escondidas pues nadie en casa quería que boxeara pues decía mi familia que con un loco que hubiera en la familia era suficiente y ese era mi hermano Everardo.
Me gustaba mucho el box, pero al principio nunca tuve una pelea pues como les dije antes no me dejaban. Me regresé a Los Mochis y tampoco me dejaba mi hermano así que, como el ganaba bien en el box me dijo que no quería que yo boxeara que me pusiera a estudiar que él me iba a apoyar, pero yo seguí en lo mío entrenando y entrenando.
Un día me vio entrenar Roberto Franco y le gusto mi estilo, me habló varias veces para convencerme de que peleara, yo le decía que no, que me metería en problemas con mi hermano. Entonces Roberto me propuso cambiarme de nombre para que mi hermano no se diera cuenta y ahí nació mi nombre boxístico: “Jesse Armenta”.
Cuando mi hermano Everardo salía a pelear fuera de la ciudad, Roberto me conseguía peleas aquí y así engañamos un tiempo a la familia.
Cuando se dieron cuenta ya no les quedo de otra mas que aceptar, tuve varias peleas, de las primeras fueron a 4 rounds y gané. Luego tuve otra a 6 y también gané, en fin, para mi cuarta pelea profesional que fue a 10 rounds gané en la pelea estrella.
Para la época era una cosa rara del box, algo poco visto, pero más bien fue por las circunstancias, así se dio: yo nunca tuve una pelea amateur, nunca boxeé como aficionado y para la cuarta pelea profesional ya estaba en la pelea estrella.
Seguí peleando hasta situarme como el mejor prospecto de Mexico ya que en 1962 la comisión de box de México me dio ese título de manera oficial y así me fui con mi hermano Everardo de gira a los Estados Unidos: empezamos en Las Vegas y gané 2 peleas, luego gané en Reno, Nevada, empaté en Alburquerque, Nuevo Mexico con Cisol Sorts, clasificado entonces como 4to peso Welter del mundo y regresé a las Vegas donde los conocedores comentaban que en un par de años sería yo campeón del mundo. Volví a Mexico y por nocaut derroté en Ciudad Obregón, a quien era retador oficial al campeonato nacional Welter y tuvo que retirarse del boxeo por desprendimiento de retina.
Fui a Tijuana y perdí por decisión con Dewy Moyer, campeón mundial medio junior. Para este momento ya había comenzado a cometer el gran error de parrandear y seguir malas amistades, empecé a subir de peso y de ahí vino el declive de mi carrera, ya no daba el peso y empecé a perder peleas.
Cometí el craso error que muchos peleadores, atletas, grandes prospectos o algunos campeones consolidados cometen que es el de creer que deporte y el vicio se pueden combinar y triunfar.
Traté de recuperarme peleando en el peso medio, disputé dos veces el campeonato nacional medio, la primera con Rafael Gutierrez en Mexicali y perdí por decisión, la segunda fue en Hermosillo contra Raul Delgado un peleador a quien yo ya había noqueado y me ganó fácil.
Ahí ya me di cuenta de que estaba pagando el abuso que había cometido con mi cuerpo, me pasó una factura muy dura, un duro castigo, me castigó el box por que siendo prospecto para ser campeón mundial, no pude ni ser campeón de mi país.
Todavía tuve una pelea aquí en Los Mochis en el lienzo Charro, pesé 79 kilos, me veía gordo, lento, muy mal, apenas gané y terminando la pelea ya en el vestidor me dijo mi hermano Everardo: Jesse, si tienes vergüenza, no te vuelvas a subir a un ring. Le hice caso, por fin en algo le hice caso y no volví a pelear. Eso fue en agosto de 1972 y hasta ahí llego el Jesse Armenta”
Hasta ahí lo que me dijo mi amigo Maximino Armenta Salazar que en gloria esté ya que falleció el pasado 8 de Julio del presente año.
Ojalá que los jóvenes que lean este articulo les sirva de lección y experiencia de que no hay éxito abrazando los vicios ni en el deporte ni en el ejercicio profesional, en pocas palabras, no hay éxito en la vida.
Carlos Llantada Rodriguez
Septiembre 2022