Viendo la tempestad y no nos hincamos.

Siendo un hombre de fe, que defiende con seguridad mis creencias sin que esto represente ser santo ni fanático, pero esto del Coronavirus (COVID-19), tiene algo de mensaje celestial, pero aún así, repito: “vemos la tempestad y no nos hincamos”.
La gente no atiende recomendaciones a la emergencia sanitaria continuando con su vida “normal”: saliendo a la calle, a plazas comerciales, hacen compras de pánico y demás sin razón alguna.
La situación es que hace algunos días el alcalde de Ahome, Manuel Guillermo Chapman Moreno, implementó medidas severas y contundentes con presencia de elementos policiacos uniformados con trajes bioquímicos y unidades haciendo perifoneo por colonias populares, en el centro de la ciudad de Los Mochis y en comunidades rurales.
Este actuar del alcalde fue considerado como una exageración, hoy es algo que replica alguno que otro edil y entre mandatarios de diferentes estados y como el del estado mismo de Sinaloa.
Diez días después, el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, con ideas anticuadas, ancianas, y no precisamente por su físico o edad, apenas ha reconocido que en el país tenemos una pandemia que ha llegado a niveles delicados que pudieran poner en situación de riesgo a muchas vidas.
Amén de lo que digan, que si están preparados por lo que comemos o somos, y que si nuestra solidaridad nos mantiene fuertes, todo esto nos deja claramente que no toma con seriedad la pandemia debido a las ‘tantas ocurrencias’ y verborreas mismas que él criticaba.
Acciones tangibles es lo que necesita la gente para poder creer y retraerse en sus hogares para no salir y, de hacerlo, que sea solo lo estrictamente necesario y, de ahí, guardar una cuarentena que es obligada para mantener la salud: propia y la de los demás.
Es triste ver que salgan a relucir ideas ‘fantásticas’ y especulaciones alrededor del Coronavirus comparándolo con ciencia ficción montada por empresarios farmacéuticos o los hombres más ricos del mundo con la finalidad de hacer “limpia” de ancianos y de personas enfermas. Cada quien creerá en base a la información que se tenga.
Aún faltan días para resistir ante lo que transita como una “sombra de muerte” por alrededor del mundo dejando una estela de fallecidos.
Si usted cree en algo, ore, rece, pida, suplique, clame buscando reencontrarse con un Dios el cual hemos olvidado con nuestras acciones, llámese vanidad, mezquindad, egoísmo, indolencia, miserables. Algún mensaje se nos quiere dar y este pudiera ser: volver hacer seres humanos con capacidad de amarnos entre sí, con principios y bases morales.
Muchos tal vez pensarán que lo que están leyendo es producto de alguna ‘loquera’ o de algún piquete de ‘mosca’; esperemos no cruzarnos en un futuro inmediato en circunstancias tristes y lamentables toda vez que no atendimos el llamado a las recomendaciones de guardarnos y cuidarnos durante la cuarentena absteniéndonos de demostraciones de afecto como son el saludo, reuniones, convivencias -que nos harán falta y mucho en tiempos de guardar-, lo invito hacer una reflexión en torno a cualquier escenario pero, reunidos, congregados … juntos.
Deseo y pido a Dios en su misericordia se apiade de nosotros y tome nuestra súplicas y oraciones o rezos como un holocausto que llegue donde él para que encontremos gracia y nos vea con misericordia y piedad.
Yo soy responsable de lo que digo más no de lo que usted entienda.