Nos han dicho que la educación es laica, gratuita y obligatoria, pero no hay más absurdo que eso; para empezar cada lunes en la mayoría de las escuelas se entona el Himno Nacional Mexicano y en el, hay una estrofa que dice: Ciña ¡ Oh Patria! Tus sienes de oliva De la paz el arcángel divino, Que en el cielo tu eterno destino, Por el dedo de Dios se escribió; Mas si osare un extraño enemigo, profanar con su planta tu suelo, piensa ¡Oh Patria querida! Que el cielo un soldado en cada hijo te dio, uuuuunnnnn soldado en cada hijo te dio.
De manera disimulada y obligatoria en medio del disque “amor a la patria”, nos damos cuenta que la educación no es laica, y vemos con tristeza que cada día qué pasa hace más falta permitir que Dios esté en las escuelas y pueda entrar a las aulas de clases, pues es tanta la necesidad de formar a los padres y a los niños sin llegar al fanatismo.
Se ve en los planteles educativos privados y públicos: violencia, insensibilidad, lujuria, pederastia, adicciones, entre otros, los cuales entran por la puerta principal y aunque algunos de estos demonios son ocultados a simple vista, son obvios con la sociedad que estamos viviendo.
Ya no se debe educar con el velo de la hipocresía, porque en estos tiempos la niñez y juventud necesitan una verdadera educación y también emocional.