
Por: Johana Vidales
Nacido en 1813 en Copenhague, Dinamarca, Søren Kierkegaard, fue un reconocido filósofo por sus grandes aportes al existencialismo, corriente filosófica que analiza el significado de la vida. Exceso de emociones y sentimientos en su día a día, lo llevaron a escribir en todo lugar y en cualquier momento, lo hacía como terapia para sanarse de si mismo y compartirle al mundo su visión ante la vida. Como el inconformismo de las personas, que no importa lo que se haga, siempre encontrarán insatisfacción al final del camino: “cásate y te arrepentirás, no te cases y también te arrepentirás. Ahórcate y te arrepentirás, no te ahorques y también te arrepentirás, no importa que decisión tomes, te vas a arrepentir. Es la esencia de la filosofía”, expresó Kierkegaard.
En 1855, a la edad de 42 años, murió de una enfermedad en la columna, pero sin duda alguna dejo un gran legado y sus escritos son inspiración como una aportación al existencialismo.