Las crisis de salud mental como la depresión, ansiedad, estrés postraumático, abuso de sustancias, tienden a aumentar después del cambio climático. Son monstruos que absorben la energía de quien las padece y envenena la mente con pensamientos negativos que inmovilizan a la persona quitandole su calidad de vida por completo por eso en la mayoría de los casos llegan a pensar en acabar con ello recurriendo al suicidio.
Un estudio publicado en Nature Climate Change recopiló estadísticas de temperaturas y suicidios en México y Estados Unidos. El aumento en las tasas de suicidio mensual es de 0.7 % y 2 % respectivamente. Estas tasas fluctúan en todo el mundo, y en donde son más altas, la temperatura no es necesariamente la más alta.
Dato curioso es que no fueron las personas de zonas rurales, sino aquellas que viven en entornos urbanos, las cuales describieron una sensación general de desesperación y ansiedad.