
En estos tiempos donde la violencia incluso ha atentado contra elementos de la Cruz Roja y sus ambulancias, su presencia se vuelve más indispensable que nunca. Es crucial recordar que la Cruz Roja, en su labor, es universal: atiende por igual a buenos y malos, sin juzgar, pues su misión es salvar vidas sin distinción.
Este mes, con el inicio de la colecta bajo el lema “México Dona”, es importante reiterar el invaluable papel de esta institución. A lo largo de los años, ha sido un bastión de esperanza en emergencias, salvando incontables vidas. Sin embargo, su operatividad depende de nuestra solidaridad. Cualquier aportación, por pequeña que sea, marca la diferencia. Como bien dice el refrán aplicable a los seguros: “Vale más tenerla y no necesitarla, que necesitarla y no tenerla”. Esto es especialmente cierto para la Cruz Roja.
Por eso, al ver a los voluntarios -jóvenes universitarios y ciudadanos comprometidos- recolectando fondos para esta benemérita institución, hagamos un esfuerzo y contribuyamos. Hoy, como siempre, la Cruz Roja sigue siendo una de las organizaciones más activas en la atención de emergencias, desde el ámbito municipal hasta el internacional.
Como sociedad, debemos ser conscientes de su importancia. Cuando escuchemos la sirena de una ambulancia, demos el paso con prontitud. Esa sirena no es solo un sonido: es la diferencia entre la vida y la muerte para alguien. Cada segundo cuenta, y la Cruz Roja está ahí, en primera línea, para responder.
Reconozcamos el esfuerzo incansable de sus elementos y asegurémonos de que esta emblemática institución siga en pie, operativa y lista para actuar. Ojalá nunca la necesitemos, pero mientras existan emergencias, es vital que esté preparada.
Porque tenerla hoy puede salvar una vida mañana.