¡Ay ajá!.. Y luego?

Las campañas políticas, medios a través de los cuales los candidatos y los partidos preparan y presentan a los ciudadanos sus ideas y posturas, ayudando así a los votantes a la toma de decisiones para el día de las elecciones.
Para tal fin, los candidatos y los partidos, utilizan una variedad de técnicas para llegar a los votantes y transmitir sus mensajes, medios de comunicación tradicionales y nuevos, eventos públicos, escritos u otros medios.
En este mismo contexto, cabe decir, que en las elecciones 2024, no ha pasado nada, los candidatos siguen empecinados en las mismas estrategias, para bien de unos y mal de todos los demás, como diría Raúl Velasco, “Siempre lo mismo”.
La misma vieja política que no trae ningún aporte innovador, nada nuevo, carente de propuestas convincentes en la búsqueda del voto, y que los lleva a perder, poco a poco, lo que tenían como reserva en cuanto al electorado se refiere.
Son las mismas ‘cantaletas’ de siempre -que tendremos que escuchar- que no ayudan para posicionarse, simplemente no emocionan el escuchar huecas palabrerías de una candidata al Senado como el concreto caso de Paloma Sánchez, que no tiene ni idea de lo que dice y que no entiende de qué va una campaña electoral, la deja en una muy mala posición, haciendo creer que su campaña crece y crece.
Otro caso, en la búsqueda de la reelección, Imelda Castro, el reclamo sigue siendo el mismo ‘choro’, el ejercicio en favor de la problemática sinaloense; acompañada de Enrique Inzunza -y de sus escándalos-, que no genera, más bien, ‘descomoda’.
Otros que están en la terna se valen del escándalo y las denuncias como una importante táctica dentro de su estrategia de campaña, algunos son planos, aburridos, repetitivos y muy, pero muy lejano de los intereses y las emociones de los votantes.
Lo nuevo y competitivo, y que empieza ganar terreno es el “refresh” de ideas, propuestas y personas con mensajes claros y discursos coherentes.
Hablamos de gente joven y atractiva para el electorado, en especial en jóvenes dispuestos a otorgar su confianza votando por ellos. Sin duda, lo nuevo manda a la vieja política a un tercer o cuarto escaño. El voto no es racional, es emocional y muchos no lo entienden así.
Es muy importante tener noción de lo que sucede para que no ‘salte’ la vieja propuesta, tener oídos y valorar las nuevas iniciativas, las nuevas ideas y soluciones a corto plazo, que al final del día, es lo que interesa a los ciudadanos de lo que se espera de las campañas.
Ante todo, deben de repuntar las cosas, que sea contundente el quehacer político de los candidatos y las candidatas al Senado de la República y las diputaciones federales.
Por cierto, de las diputaciones federales hay mucha tela de donde cortar, sobre todo por la ausencia en este mismo ejercicio de ideas y propuestas y hasta del conocimiento de lo que es un verdadero candidato y de su compartimiento, tema que hoy en día son panoramas de decepción, en su gran mayoría, de lo que vive la política sinaloense y en el país.