DISCRIMINAN A MÉDICOS Y ENFERMERAS

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México, nuestro México, un país con grandes claroscuros, con grandes contrastes, con grandes carencias, un país lleno de corrupción y de problemas, pero, también, sabemos que cuando nos proponemos, podemos dar ejemplo a nivel mundial de lo que somos capaces cuando de ser solidarios se trata, ya hemos dado prueba en ello y puedo dar testimonio de ello.
Aún recuerdo ese día como si fuera ayer, por alguna razón me había levantado tarde, había perdido la primera hora de clases, mi madre que en paz descanse, se encontraba dándome desayuno y al mismo tiempo, ella veía su programa de televisión “HOY” con Guillermo Ochoa, en esa ocasión, se encontraba al aire Lourdes Guerrero y exactamente a las 7 de la mañana con 17 minutos de 1985, sucedió lo que nunca debió suceder; la ciudad de México lloró, sus hijos eran víctimas de un fatal terremoto de magnitud de 8.1 en la escala de Richter.
TODO cambió, México fue otro, jamás se supo el resultado final de muertos que dejó ese fatal desenlace de la naturaleza, sin embargo, fue precisamente en ese evento, cuando los mexicanos sacamos la casta, fueron miles y miles de mexicanos que hicieron milagros, todos trabajaron como un solo equipo, ellos, sin ser convocados, sin ser llamados a cooperar, hicieron acto de presencia sin ningún otro interés más que el de ayudar, fueron horas y más horas removiendo escombros, afortunadamente salvaron cientos de vidas.
¿Por qué lo comento?, bueno, por una lamentable situación, nuestros médicos, nuestras enfermeras, nuestro personal de intendencia que están dando todo, su vida, su tiempo, su extra por salvar vidas, estos médicos y enfermeras que hoy sufren el abandono del gobierno quien los mandó a la guerra sin fusil, sin uniforme, sin estar protegidos, esos médicos y enfermeras que buscan desesperadamente como protegerse, que compran sus uniformes y trabajan con el mínimo equipo de seguridad en una área sumamente complicada.
Sin embargo; estos ángeles sin alas en que se han convertido los salvadores de vidas, mal comen, mal duermen y la mayoría de ellos reciben un pago irrisorio a su trabajo, varios de ellos, cuando tienen un tiempo de descanso llegan a sus casas con el temor, el miedo de estar enfermos y contagiar a su familia, por desgracia muchos de ellos han sido ya víctimas de este virus y otros han muertos por el poco o nulo apoyo que tienen de las autoridades, hoy, estos médicos y enfermeras se encuentran en la total indefensión para combatir el COVID-19.

LA DISCRIMINACIÓN
Por desgracia, está el México de la gente irracional, que discrimina, que ataca a esos ángeles sin alas y, ya son varios casos que se han dado no solo en otros estados a este personal de la salud sido humillados por gente sin escrúpulos quienes trata de segregarlos, de poner distancia de ellos, allí está por ejemplo el caso de una mujer que fue obligada a salir de un supermercado por el solo hecho de vestir su uniforme de enfermera o no vayamos muy lejos, en Mazatlán, una persona dedicada a la salud, fue bajada de un camión urbano por temor a que estuviese infectada.
En la ciudad de México, en un edificio de apartamentos donde viven médicos y enfermeras, algunas personas irracionales empezaron a dejar mensajes intimidatorios contra ellos en el elevador del edificio donde viven, de inmediato la administración tomó cartas en el asunto y redactó un documento en donde la persona que discriminaba, solicitaba que no le dieran atención médica si era afectado por el COVID-19, además la administración les pedía que no solo firmaran el documento y para que tuviese más validez que la acompañaran con un comprobante de domicilio y su identificación oficial, además de poner cámaras en el elevador y en el vestíbulo del edificio, obvio, no hay borracho que coma lumbre, los mensajes intimidatorios desaparecieron como por arte de magia.

LA SOLIDARIDAD
Pero no todo está perdido, afortunadamente los mexicanos que reconocemos el esfuerzo y sacrificio de nuestros médicos, enfermeras y personal de intendencia, somos más, mucho más y allí está el ejemplo de Casa Bugambilias, en la ciudad de Mérida que fue el primer hotel que les dio hospedaje gratis a los médicos y enfermeras que no querían ir a sus casas por temor a enfermar a sus familias, el único requisito fue comprobar que trabajan en el sector salud, su comprobante de domicilio e Identificación oficial y ya, afortunadamente aquí en Culiacán, los dueños del hotel Rivera, hicieron lo mismo y hospedan a estos trabajadores en forma gratuita y con el mínimo de requisitos, ojalá y más empresarios se pongan la camiseta por ellos.
Hoy más que nunca, merecen nuestro reconocimiento; lo que hagamos por ellos, es mínimo.