

A 32 km del puerto de Topolobampo y frente a la playa de “El Maviri” se ubica el Farallón de San Ignacio, la segunda saliente rocosa marina más grande del mundo con una extensión de 17 hectáreas y una altura de 115 metros, esta isla es un símbolo de la región del norte de Sinaloa y una referencia para marcar la entrada y salida de la Bahía de Topolobampo.
De las muchas historias del famoso y misterioso “Farallón” les voy a compartir que en 1962 el capitán de puerto Manuel Ibáñez originario de Yavaros, Sonora, se encargaba también de que el faro de la isla del “farallón” estuviera encendido y mandaba barcas con jóvenes marinos cargados con cilindros de gas y acetileno muy pesados, estos marinos los subían por unos escalones labrados en la piedra, muy resbalosos por la humedad y el guano de los pájaros que ahí habitan, estos marineros tenían que subir 115 metros aproximadamente. En aquel tiempo quién se encargaba de cuidar el faro lo conocían como “El chulo” Tordesillas, también todo un personaje por la singular y vital función que desarrollaba
El capitán Manuel Ibáñez se retiró y se fue a vivir a Guadalajara con su única hija, hasta que falleció. QDEP.

Conversando con veteranos capitanes y maquinistas me platicaron lo siguiente: nuestros antepasados nos contaron, pues nosotros ya somos la tercera generación que primero fue conocido con el nombre del “cerro de una sola roca” y después con el nombre de “Farorrón” por su gran faro que servía en esta área como referencia a los barcos que venían de ultramar y que en ese entonces se apoyaban en otros barcos pequeños pero muy potentes que eran unos remolcadores que les llamaban en ese tiempo “prácticos”, uno de los capitanes de esos barcos remolcadores se llamaba Refugio Atondo, papá de Raúl Atondo, luego en 1970 fue capitán de otro remolcador Jesús Urías Cerecer y uno de los últimos fue Manuel Arias Ibáñez, ya que en 1990 se construyó con el proceso de dragado el canal que hoy existe y es el que permite la entrada y salida autónoma de grandes barcos y cruceros mismos que apreciamos desde la isla del “Maviri”, no hay otra entrada de navegación al puerto de Topolobampo y que gracias también a ese gran canal están llegando y saliendo materias primas, granos, suministros petroleros y de infinidad de otros productos, así como nuevas empresas por la ubicación estratégica del puerto de Topolobampo, representa un gran atractivo.
Recordamos también el hundimiento del transbordador “Salvatierra” frente a la isla Cerralvo, el 17 de junio de 1975 a las 4:00 am, afortunadamente todos los pasajeros fueron rescatados, no hubo víctimas que lamentar gracias a los marineros que heroicamente lograron subirlos a las lanchas salvavidas logrando llegar salvos y sanos a las playas de Balandra, en la Paz Baja California. Nunca se determinaron las causas del hundimiento, se sospecha de una compuerta de carga que no se selló bien y ello provocó su hundimiento. Hoy después de 46 años el “Salvatierra” está convertido en un arrecife que ofrece todo un espectáculo a los buzos que llegan hasta él.
Recordamos al “Catamarán” que también ofrecía unas espectaculares vistas del “farallón”, era una nave de pasajeros inflable rápida que viajaba de Topolobampo al puerto de La Paz en 2 horas y media, lamentablemente estando anclado en el puerto de La Paz un barco impactó al catamarán y lo dejó fuera de servicio, se especula que fue un choque premeditado.
El “Farallón” es un acuario natural de muchas especies como el lobo marino, tiburón, mantarraya, delfín, caguama, camarón, garropa, cabrilla, pez alazán, guacho rojo, lenguado, baqueta, cochito etcétera y en los torneos de pesca es la referencia para encontrar el pez vela, marlín, atún, pez dorado, sierra, barrilete y también es un santuario de aves marinas.

El farallón está ubicado sobre la falla de San Andrés de ahí 1 km hacia la paz hay fosas con abismales profundidades.
Hoy en día en conjunto con el cerro del Maviri, el cerro de Iturbe, el cerro de San Carlos y el cerro Partido hacen un conjunto de faros que funcionan con energía solar, que guían aún en las condiciones climatológicas más difíciles a los navegantes.
La entrada a la navegación cambió un poco, anteriormente se entraba cerca de la punta de la isla de “Las Copas” y ahora con el nuevo canal se entra por la punta sur de la isla “Santa María”, varios capitanes y maquinistas coincidieron que: “El peor enemigo de un navegante en cualquier parte del mundo es la neblina muchas veces peor que una tormenta”.
Agradezco a todos los marineros y capitanes que he conocido y facilitaron información para este artículo a Celso Félix Cervantes, Adolfo Rodríguez, Guadalupe Beltrán Valente a José Abundio Ahumada Gastélum “El Chepano”.
Carlos Llantada Rodriguez
Octubre 2021
