
Mientras que los remanentes del huracán “Nora” siguen azotando el estado de Sinaloa, aun cuando éste no impactó directamente, siguen ocasionando grandes daños en diferentes municipios del estado.
La tristeza se cuenta por lo siguiente: el último fin de semana del mes de agosto del año en curso, cuando los remanentes hacían estragos en Mazatlán; Matatán, El Rosario y en El Quelite, nunca se vio a Quirino Ordaz Coppel, salir a enfrentar la situación, cuando menos con sus conciudadanos mazatlecos, se ignora del porqué ‘brilló por su ausencia’; dando muestra con ello que pretende cerrar su gubernatura con desinterés y falta de compromiso social.
Ordaz Coppel para salir de los compromisos sociales pretexta incongruentemente la falta de presupuesto, ya que por otro lado, se ven los importantes gastos millonarios que utiliza en medios de comunicación con varias inserciones que son usadas para promover su imagen en un intento por aminorar con ello su mediocre función.
Es triste ver, por un lado, a agentes policiacos estatales prestando auxilio a las personas durante las inundaciones usando como impermeables bolsas de hule color negro, ni siquiera para una protección decente tiene en su presupuesto gobierno estatal y ya no se diga de calzado especial para movilizarse con seguridad entre las aguas y lodazales.
¡Eso sí!, años atrás la inversión millonaria que hicieron en los “supuestos” drones los cuales ayudarían en el tema de vigilancia para la seguridad pública, aún está en “veremos”, porque hasta la fecha no se ha visto físicamente ningún Dron de los que supuestamente se adquirieron dejando en duda si en verdad se hizo la compra y de no ser así, bajo qué concepto, cómo y en qué se invirtió.
La urgencia en los últimos días para declarar zona de desastre a algunos municipios en el estado, evidentemente lo pone ante una responsabilidad, porque pese a que no terminaban de sentirse los efectos de “Nora” en resto de Sinaloa, Ordaz Coppel ya se había adelantado con la declaratoria para los municipios del sur, ignorando y dejando de lado –como siempre- el norte del estado.
Tanto Guasave, El Fuerte, Ahome, y parte de Sinaloa; no han sido considerados peso a tener bastantes daños, tales como inundaciones en colonias populares, derribamiento de postes y árboles aunado a las afectaciones a casas-habitación a consecuencia de estos hechos, en fin, ni de “fingido” ha tomado en cuenta la problemática de la situación.
Era de esperarse la forma de despedida que Quirino Ordaz hace al final de su gobierno, a sabiendas de que su actuación gubernamental es por todos sabido que la hace de una forma mediocre, nefasta y cuestionable, y que seguirá hasta el final de su gestión; así que no se puede aspirar y esperar alguna iniciativa favorecedora de su parte para Sinaloa.
Un gobierno de oropel, forjado en miles de millones de pesos en gastos de publicidad nacional y sobretodo en compras “fantasmas” que no han sido acreditadas las cuales tendrá que reclamarle la nueva legislatura federal y estatal para justificar y dar cuenta sobre los bastantes millones de pesos que andan “volando”. ¡Y tanto que criticaba y se sorprendía del anterior gobernador para resultar mayormente peor dejando al otro como angelito!
¿Perderá la patria? ¿Estará preparando su huida? Los mazatlecos lejos de respaldarlo no lo quieren ver pasearse orondo por el malecón. Ya se sabrá la falda en que se esconda o quien se queme las manos por él.
Ante tan evidente descuido y desatino en el tema de salud con el indiscriminado manejo de la pandemia y estadísticas puestas a conveniencia que no más no cuadran, intentado de dar condiciones inexistentes para que los niños regresaran a las aulas de las escuelas dejándolos desprotegidos, sin tomar en cuenta los contagios elevados de COVID-19 en los hospitales y los innumerables decesos.
Hay que estar pendientes hasta el último minuto, Quirino con su ansiedad de poder y hambre de dinero lo llevó a una proyección que solo sirvió para beneficio y crecimiento de las tiendas de la familia Coppel.